Cuando trabajamos con niños y somos docentes parece como si estuviera mal visto pedir ayuda para que nos asesoren. Pero tenemos que tener en cuenta que somos humanos y todos necesitamos ser acogidos y sostenidos, ser escuchados y entender que todos en determinados momentos dudamos o tenemos nuestros miedos para poder abordar el día a día en el aula.
La profesión de la docencia es una profesión que requiere mucho esfuerzo y dedicación, tener en que cuenta en todo momento y cada día todos los recursos y todos los avances que hay en cuanto el desarrollo integral del niño no es tarea fácil.
Trabajar de docentes no solo son esas horas que vemos que se emplean en las aulas, hay mucho trabajo a la hora de llevarte para casa, buscando recursos en pinterest , en las redes, libros y revistas…buscando que esos niños y esas familias sientan que están atendidos. pero …¿en qué lugar queda la docente?
Los docentes también necesitan ser cuidados. También son personas sensibles que pueden sentirse desbordados en alguna ocasión. Y sobre todo, necesitan poder sentirse seguros y no rechazados en el momento que quieran pedir ayuda. De esta manera, los docentes podrán llevar mejor a cabo su misión.
Los docentes también pueden pedir ayuda
Como docentes recibimos muchas criticas acerca de nuestra labor en el aula y escuchamos las típicas frases:
«Para lo que haces eso también lo podría hacer yo». Pero lo extraño es que cuando llega el final de las vacaciones muchas familias están deseando que empiece el curso para que así esa familias sientan un poco mas de desahogo .
Otra de las típicas frases que escuchamos es:»pero si tenéis muchas vacaciones tres meses de vacaciones». Y no es cierto, no son tres meses de vacaciones como mucho podrían resumirse en mes y medio en el mejor de los casos.
Más frases que no aportan nada en el mundo de la docencia :
-«pero si pasáis el día recortando y pegando».
-«pero si solo jugáis con la plastilina».
-«vives como Dios: Cinco horas al día y para casa».
-«pero como no sabes eso si eres profe… «(obviamente, los docentes no son enciclopedias).y pienso: que fácil es ser profeta en tierra ajena.
La profesión docente no es una labor fácil. es una labor en la que se requiere un gran esfuerzo por estar al día y actualizado, y muchos son los que emplean horas de su fin de semana para formase y aun así no tienen porque saberlo todo.
Es necesario entender que un docente no tiene porque saberlo todo ni entender todo. es más un docente también necesita cuidarse y mimarse.
«Pedir ayuda no significa ser débil significa un avanzado nivel de honestidad.»
Y es que cuando pides ayuda y llega esa ayuda como docente sentimos un gran alivio,sentimos que no estamos solos, y que podemos avanzar.
No tengas miedo y no creemos más prejuicios para pedir ayuda. Como docentes requerimos mimos, escucha y apoyo y por ello están las asesorías educativas para que tengas un lugar, te sientas que ahí tienes una compañera que te ayuda a amarte y sentir tu corazón , a abrir tu mente y cultivando tu respiración, viviendo en el pensamiento amable para ver tu gratitud que vive dentro de ti.
Respetemos las familias que ese docente necesita ayuda y seamos tolerantes con ellos pues será mas fácil que nuestros hijos vivan y aprendan esos valores.